Rina Lastres y sus soledades
Maricel Mayor Marsán


Soledad para tres y una vaca , de Rina Lastres
I.S.B.N. 0-9752716-9-5
Colección Senderos de la Narrativa
Ediciones Baquiana (2006)


     Rina Lastres nació en Manzanillo, Cuba. Vive en los EE. UU. desde 1980, en Washington, D.C. y Miami. Durante los últimos años ha estado ligada a la palabra escrita, como periodista y guionista de radio.  El poemario "Hábito de Ser", su primer libro, fue publicado en Madrid, en noviembre del 2003.

     "Soledad para tres y una vaca" es el primer libro de relatos que publica.  Doce jirones de soledad nacidos en distintos escenarios, que resume en su introducción al decir: "…la soledad es una forma de morir viviendo. Y de ese material —de esa soledad canturreante y acariciadora, desgarrada y aplastante— se nutren las historias que conforman este volumen."   

     La soledad siempre ha sido un motivo de desasosiego en las vidas de los seres humanos, quienes desde los tiempos más remotos han vivido en comunidad con sus semejantes, bien sea a nivel de tribu, aldea, pueblo, ciudad o mega conglomerado. El ser humano, a lo largo de su existencia, necesita sentirse recompensado con el afecto y la comprensión de amigos, vecinos, maestros, amantes, esposos, padres, hermanos o familia en general. Cuando este aliento de vida nos falta, entonces todo puede llegar a carecer de sentido. De ahí que grandes poetas le hayan dedicado sus mejores versos a los sentimientos nacidos de la soledad, como es el caso de dos grandes poetas españoles como Luis de Góngora y Argote y Antonio Gala.

     En el poema "Soledades" de Luis de Góngora y Argote", escrito en el año 1614, éste ya nos decía:

     "Pasos de un peregrino son, errante,
     Cuantos me dictó versos dulce Musa
     En soledad confusa,
     Perdidos unos, otros inspirados."


     Y como eslabón de una cadena que se sucede a si misma, uniendo a poetas, trovadores y escritores de todo género y épocas, Rina Lastres nos regala precisamente una cita del poeta y escritor contemporáneo Antonio Gala al comienzo de su libro, que dice:

"…La multitud que veo, y que a mi alrededor se apelotona, no es un cuerpo común, ni una suma coherente, ni un organismo vivo, cuyas sístoles y diástoles coincidan con  las de los seres que lo forman; no es sino una acumulación de soledades."

     Además de todo lo que he dicho anteriormente, debo destacar el hecho de que "Soledad para tres y una vaca" es un libro que, aparte de estar muy bien redactado, tiene la capacidad de llegar al lector por la efectividad que logra la autora en cada uno de los relatos. Por tanto, recomiendo su lectura y auguro que este es solamente el comienzo de una serie de libros y textos narrativos con los cuales Rina Lastres nos sorprenderá en un futuro.

     Para finalizar, es importante destacar la participación de dos personas en este reciente proyecto editorial: Pilar Fuentes, lingüista profesional, y Patricio E. Palacios, director de Ediciones Baquiana. Ambos hicieron posible, con su dedicación particular, la limpieza de estos textos narrativos y la oportuna selección de fotos en blanco y negro que acompañan varias páginas en el interior del libro, a manera de secuencia de imágenes y soledades diversas. Como dato curioso, es pertinente decir que todas las fotos fueron tomadas desde un mismo plano, en este caso extraídas de la propia portada del libro, a título de rompecabezas reversible. En definitiva, no importa como se mire, se perciba, o se analice la soledad, ésta siempre duele igual.


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