A Elena Tamargo,
a tus pies.


Pintamos de lado a lado la vida…
y una conciencia
te deja volar,
por donde ruedas
fantasma o piedra.

El puerto y la ciudad esperan por verte renacer
tu cuerpo es continente y en el llueve.

La danza colectiva de amor
el tierno abrazo por vivir
tu personaje en la mirada viene
deja el efecto de las horas
cuando la luz llega
y se acomoda..

Quizás seas tú un árbol en mi patio
no sé si te veo en las cenizas que me avisan
que ha llegado el tiempo de la danza y del verbo.

Hace mucho tiempo que no duermo,
como tú,
conozco los vitrales del camino,
la tierra sin gentes, el elogio,
el grito,
un mar sin agua,
el sol saliendo por la noche
cuando ya no hace falta.



Maya Islas
La Peregrina Magazine