La boca


Esa boca sobre mi blusa blanca
mi alarma, mi vigilia
esa boca de pan
la boca mía
¿acaso está llamándome?

Ella tiene su paso
se pregunta ¿aquí qué había antes?
sabe cruzar el agua clara de otra tarde
como si allí la vida no fuera tan escasa.
Como la dulce uva del carrillón busca sus calles
busca su cielo, su aljibe, su coro de quejidos
y va luego otra vez hasta la franja.

Esto ocurrió en una ciudad sin puerto
--la mina de dos almas--
allí viví, ciudad graciosa,
intermedia en los aires,
--¿sólo vive quien besa?--

Oh, boca, boca, boca
has llegado a tu pueblo, aquí sigue tu calle sin bombillo
tu ventana entreabierta, tu pájaro esperándote.
Boca diciendo la ele de mi nombre
--¿es boca de libélula?--
boca que halla los agrios del lenguaje
boca llena de migas, de negros espirituales,
dame saliva
un membrillo maduro
dame, mi amor, lo que tu boca quiera.




El último poema del año del alma


El año en que amaba
alguien tenía mis ojos
los llevaba en las manos como anillos
como pedazos de zafiros
los cuidaba desde que se habían cerrado.
Él ganaba y perdía, pero no se asomaba a las ventanas,
guardaba lo demás como mis ojos
las actas, su nombre, la peor de sus horas
Los tulipanes en Moscú lo habían decapitado
y desde entonces bebíamos juntos leche negra del alba.
Bebíamos y bebíamos,
del cántaro y del cráter
y también de mi mano,
mas lo que ahora se hunde, a quién le pertenece,
rosa de quién si nadie me moldea,
fuimos serenos floreciendo y ya
rosa de nadie.
Quiero mejor ser leña de un hogar
y calentar la leche de los niños,
porque esos ojos míos del ochenta y siete
que aquel cuidaba
están bajos
llorando
cansados de no poder dormir en las camas donde nos acostamos
ellos y yo
a vivir del esplendor
cuando la luz se enciende
o cuando se derriten los corazones de oro
de los niños
que beben la leche negra del alba.


Elena Tamargo
(Del libro inédito El Año del alma.)




Elena Tamargo. Cuba, 1960. Poeta, escritora, germanista, filóloga, Doctora en Letras Modernas, académica y ensayista. Es especialista en la enseñanza del Español como segunda lengua y ha recibido numerosos premios, entre ellos el Nacional de Poesía de la Universidad de La Habana (1984) y el premio "Julián del Casal" (1987).
Ha publicado, entre otros,  Lluvia de rocío,Sobre un papel mis trenos, Habana tú, El caballo de la palabra, Bolero, clave del corazón y Poesía de la sombra de la memoria. Su obra ha sido traducida en varios idiomas y está considerada como una de las poetas más reconocidas en Hispanoamérica.


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