El decir del poeta Reinaldo García Ramos
Belkis Cuza Malé
(Publicado en El Nuevo Herald 03.22.09)

El ánimo animal, el más reciente libro del poeta cubano Reinaldo García Ramos (Cienfuegos, 1944), acaba de ser publicado por Bluebird Editions, de Miami. García Ramos ha dejado que transcurran los años para armar este libro realmente hermoso, lleno de madurez y logros. Leyéndolo uno tiene la impresión de adentrarse en un mundo onírico, donde los animales cobrasen vida propia y sobre todo, alma. Las ilustraciones de Justo Luis que acompañan el libro dan fe de la fértil imaginación de ambos creadores, el poeta y el dibujante.
Conversar con Reinaldo García Ramos es tender también puentes con el pasado, con el amigo, con el poeta de estos textos que vienen a enriquecer la poesía cubana. Su brillante discurso poético se ha ido forjando a la vez que sus experiencias vitales, ésas que leeremos aquí.
Según leo en la contraportada de tu libro, contiene poemas que escribiste en Cuba hace bastante tiempo, ¿cómo es eso?

Sí, en efecto, la mitad de los textos del libro fueron escritos en La Habana en 1975, pero se publican ahora por primera vez. Escribí el resto de los poemas 30 años más tarde, en Miami Beach, donde ahora resido.

Lo que veo en El ánimo animal es una especie de 'bestiario'. ¿Crees que eso rompe con tu línea poética?

Me parece que no podría romper nada en mi línea poética, pues ha estado latente en mi expresión durante 30 años.
Escribes desde muy joven: ¿qué te llevó a la poesía?

Fue una necesidad emotiva, que me surgió a los 18 años.

Cuéntame un poco de tu vida ''como un escolar sencillo'', es decir, de esos años en tu provincia. Afinidades, lecturas de entonces.

Mi infancia no transcurrió en Cienfuegos; mis padres se mudaron para La Habana en 1947, y en la capital hice todos mis estudios. Las vivencias infantiles que tengo de Cienfuegos ocurrieron durante las vacaciones, que yo pasaba mayormente en casa de mis abuelos, en las afueras de la ciudad.
Empecé a leer ávidamente a eso de los 12 años: sobre todo novelas policíacas, y luego los libros de Julio Verne y H.G. Wells. Claro, muy pronto me cayeron en las manos obras más serias, como El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde, y La montaña mágica, de Thomas Mann. A partir de ahí, la suerte estaba echada.

¿Quién influyó más en tu formación literaria?

Ese es un tejido imperceptible, que en cada individuo se nutre de filamentos insólitos: creo que en mí influyeron todas las formas de la ficción que llegaban a emocionarme...

¿Cómo y cuándo conociste al poeta José Mario, fundador de las Ediciones El Puente? ¿Formabas parte del proyecto o sólo publicaste allí?

Conocí a José Mario en un momento capital de mi formación. José Mario, que me llevaba unos años y había leído y vivido mucho, me trasmitió confianza en mí mismo y me ayudó a desprenderme de las ataduras que yo había heredado de mi educación convencional. Mi primer cuaderno, Acta, salió en 1962 y poco después él y Ana María Simo, que fungía también como coordinadora o directora de El Puente, me invitaron a ayudarlos en el trabajo editorial, sobre todo en la selección de la poesía que se iba a publicar. De ahí surgió la idea de la Novísima poesía cubana, una antología que Ana María y yo preparamos en colaboración y que también se publicó en 1962.

¿Qué podrías añadir sobre la 'generación de El Puente'? ¿Cómo se sumaron los otros?

Bueno, yo no sé si debemos hablar de ''generación'' en este caso. Eramos más bien un grupo, una promoción dentro de una generación propiamente dicha. Cuando en 1965 la escasez de papel sirvió de pretexto para quitarnos toda prioridad en la planificación de la Editorial Nacional, El Puente quedó clausurado.

¿Cómo fueron esos años habaneros de formación y crecimiento intelectual? ¿Cuándo conoces a Reinaldo Arenas?

A partir de 1964, en que la represión social arrecia y se abren las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), a las cuales mandaron a varios de mis amigos (entre ellos José Mario) y se desencadenó la persecución de los homosexuales y de los disidentes de todo tipo, la vida cultural en Cuba se fue empobreciendo hasta convertirse en una postración irrespirable. Además, la clausura de las Ediciones en 1965 fue para mí un golpe demoledor.
A Arenas lo conocí cuando publicó Celestino antes del alba; José Mario me lo presentó un día, pero no tuvimos mucho contacto enseguida.

¿Qué libros publicaste en Cuba?

Sólo publiqué Acta, el cuaderno que salió por las Ediciones El Puente en 1962.

¿Entraste en la Embajada del Perú cuando el Mariel? ¿Qué pasó contigo?

Yo estaba loco por irme del país, pero no me dio tiempo a llegar hasta los terrenos de la sede diplomática antes de que las autoridades acordonaran el barrio. Al final, me sumé a la ''escoria'', como muchos hicieron en aquellos días: bastaba con que uno se atribuyera cualquiera de los atributos que la propaganda condenaba para que nos dieran sin demora el permiso de salida del país.

Ya en Estados Unidos te trasladaste a Nueva York y trabajaste en la prensa y luego en las Naciones Unidas, ¿qué cargo ocupaste en esa organización?

Fui traductor de Español de la Secretaría de las Naciones Unidas desde 1989 hasta 2001. Antes de entrar en las Naciones Unidas fui periodista en el Servicio para América Latina de United Press International y de Associated Press, ambas en Nueva York.

Con Reinaldo Arenas y otros escritores, fuiste uno de los directores de la revista de arte y literatura Mariel entre 1983 y 1985. ¿Qué pasó con Mariel, por qué se interrumpió su publicación?

Las publicaciones literarias como Mariel tienen su ciclo, su marco vital, se fijan una meta y dependen de una circunstancia determinada. Nuestra revista fue la expresión de los inmigrantes del Mariel, que buscábamos darnos a conocer y reafirmarnos en un país nuevo, un país en que ciertos medios, sobre todo los círculos intelectuales y académicos, nos mostraron al principio una notable hostilidad. En cambio, cuando la revista dejó de publicarse, todo el mundo sabía ya que en el éxodo del Mariel habían salido decenas y decenas de artistas y escritores excelentes que seguían trabajando fuera de Cuba: habíamos cumplido el propósito primordial que nos fijamos al crear la revista.

Has publicado varios libros de poesía en el exilio y has ganado un premio importante en España. ¿Ha sido fácil ser poeta sin vivir en Cuba?

No, yo no creo que ser poeta sea fácil, ni en Cuba ni en ninguna otra parte. Por eso me impresionó tanto el reconocimiento que me dieron en Murcia en 2006, el XI Premio Internacional de Poesía Luys Santamarina-Ciudad de Cieza.

Decir del agua , la publicación digital de poesía que diriges, ¿es una prolongación de tu obra?

Fundé la revista en 2002 y aproveché la ocasión para dedicarle el primer número a José Mario, que había fallecido recientemente. En octubre de 2008 declaré un receso. Espero que Decir del agua http://www.decirdelagua.com ) reanude su publicación dentro de un año tal vez, con un perfil ligeramente diferente, pero con el mismo propósito fundamental: publicar buena poesía.

Finalmente, hace unos años te marchaste de Nueva York y te instalaste en Miami Beach.

Yo me ''retiré'' de mis deberes como funcionario asalariado de Naciones Unidas, pero no como escritor o intelectual creativo. Y la prueba es que no me alcanza el tiempo para todo lo que quiero hacer cada día.

¿Algunos sueños o anhelos por cumplirse? ¿Algún nuevo libro en proceso?

Sueños y anhelos hay siempre, incluso en los momentos más precarios; pero a los 64 años me da francamente un poco de pudor describirlos
En el blog de Bluebird Editions han publicado una entrevista que le hizo George Riverón a Reinaldo García Ramos sobre su último líbro, El ánimo animal:

http://bluebirdunion.com/blog/?p=42

Ahí explica la historia de esta obra y la importancia personal que tiene para él.

Los interesados en adquirir esta edición la pueden comprar directamente al autor, enviándole un cheque o giro a su apartado postal por $23.00 (suma que comprende el precio del ejemplar, $20.00, y el franqueo estimado promedio por correo de primera clase en USA).  Esta oferta está disponible únicamente para envíos dentro del territorio de los Estados Unidos.


La dirección es:

Reinaldo García Ramos
P. O. Box 403683
Miami Beach, FL 33140

El cheque o giro debe estar a su nombre.  Se debe adjuntar una nota con el nombre y la dirección exactos de la persona que deberá recibir el ejemplar. 

O si prefieren pueden comprar el libro en el sitio web de la Editorial Bluebird (con un recargo por gastos de remisión que dependerá del modo de entrega que se seleccione al efectuar la compra):

http://www.bluebirdunion.com/editions/index.html


Foto: José Mario y Reinaldo